Iker Casillas, ¿afán de notoriedad o crisis de los 40?

Written by
Ángel Gallego
Senior Consultant

 

La crisis de los 40 es para algunos psicólogos la más dura a nivel personal, ya que de un día para otro te das cuenta de que has dejado de ser joven. Pasar el Rubicón de la cuarentena significa que la jubilación se encuentra igual de cercana que aquellas fiestas locas de la época universitaria que recuerdas con tanta nostalgia.

El uso de botox, ponerse pelo, tener un affaire, animarse con el puénting o el paracaidismo por primera vez se convierten en fórmulas magistrales para negar la evidencia de que aquellos maravillosos años ya pasaron. Algunas personas utilizan las redes sociales como vía de escape para dar a conocer que son eternamente jóvenes, pero si eres famoso quizá no es la mejor idea.

Quién me iba a decir que mi venerado Iker Casillas, el mejor portero que ha dado este país, un campeón del mundo que lo ha ganado todo en su vida profesional, se iba a consagrar como ejemplo vivo de lo que NO hay que hacer en redes sociales. El gran escenario de Twitter, Instagram y TikTok NO es el mejor altavoz si te encuentras en una crisis existencial.

Es cierto que los últimos años de Casillas no han sido fáciles. Tuvo que dejar la competición de élite cuando militaba en el Oporto tras sufrir un infarto, acabó separándose de Sara Carbonero, madre de sus hijos, y renunció a presentarse como candidato a presidir la Real Federación Española de Fútbol frente al inefable Luis Rubiales en plena pandemia.

Creo que lo que le ocurre lo resumió muy bien Fernando Hierro, que no se cortó un pelo mientras ‘El Santo’ grababa un vídeo para su célebre cuenta de TikTok: “Eres un ridículo, tú eres un antiguo que te quieres modernizar, que no”, le espetó el malagueño. Casillas, con cara de perplejidad le vuelve a preguntar que si “en serio, de verdad” esa es su crítica y Hierro sentencia: “Sí, vuelve a ser normal”.

Antes de este episodio, nos dejó a todos boquiabiertos con lo que parecía una salida del armario y acabó convirtiéndose en una penosa huida hacia adelante:

“Espero que me respeten: soy gay. #felizdomingo” Apenas seis palabras que le convirtieron en trending topic mundial el 9 de octubre de 2022. Dos horas después, el ex capitán del Real Madrid y de la Selección española borraba el mensaje y anunciaba que su cuenta había sido hackeada. Para acabar de rizar el rizo, se disculpó con sus followers, y “más aún con el colectivo LGTB” por todo el revuelo montado. ¡Mátame, camión!

Las redes sociales influyen cada día más en nuestra vida real, llegando a afectar a nuestra toma de decisiones. Pueden servir como herramienta excelente para crear una buena marca personal, pero también la pueden echar por tierra en cuestión de segundos. Cualquier declaración sobre temas polémicos o controvertidos puede llevarte a ser pasto de la fauna tuitera. Lo experimentó Iker en sus carnes cuando publicó un tuit en el que ponía en duda la llegada del hombre a la Luna:

El entonces ministro de Ciencia y Tecnología Pedro Duque, que algo sabe del espacio, multitud de expertos en astronomía y hasta National Geographic respondieron al ex cancerbero de Móstoles con pruebas fehacientes de que la huella en la Luna no fue un montaje. Fue una clara muestra de cómo algo trivial, que no hubiese trascendido si se queda en una charla de amigos, puede llegar a cambiar la imagen que tienes de una persona.

En cualquier caso, Iker Casillas seguirá siendo uno de los españoles más queridos y seguidos en redes, por su naturalidad y su carencia de filtro. Tú siempre en mi equipo, Iker, pero espero que hayas aprendido qué acciones restan a tu marca de cara a tu futura aventura profesional.

 

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Ángel Gallego
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